¿Qué hacemos en África los misioneros cristianos con el tema de la tradición, el rito, el clan, etc, ¿cómo lidiamos con este asunto? Mucha tolerancia, comprensión, y sin faltar nunca el amor que un día nos cambio a nosotros, también luchar contra en mal con la verdad y el poder de Dios.
Pueden ser muy supersticiosos de extrema religiosidad, mentalidad retorcida, corazón endurecido o de la cultura y color que sean, pero al fin y al cabo todo somos criaturas e imagen de Dios y el propósito del misionero es que algunos o muchos lleguen a la meta, a la vida eterna.
Tradiciones que atentan contra el ser humano (como en occidente el aborto) en África también hay muchas, por ejemplo el enterrar un bebe vivo junto con el cadáver de la madre cuando muere en el parto, esto es típico de la religión animista, hoy por hoy ya no se hace tanto ya que se está luchando mucho por erradicar esta barbaridad y muchos de estos niños hoy son acogidos en diferentes orfelinatos o centros de acogida como en el caso de Remar, pero aun se hace…
Hace como 18 una joven misionera (hoy por hoy mi esposa) se encontraba en Ouahigouya (norte de Burkina Faso) como responsable de una casa de niñas y bebes, un día la llamo un doctor aunque africano estaba alarmado por el caso pues era cristiano, tenían a una recién nacida con su abuela, la madre murió en el parto, el padre tampoco vivía, la abuela era muy anciana e indígena, estaba allí porque acababa de nacer la niña y al mismo tiempo de morir su hija, cargaba en brazos a la recién nacida y no la quería soltar pero, su intención no era buena, la idea era llevarla al poblado y enterrarla junto al cadáver de la madre ya que decían que la muerte de la madre era culpa de la niña y eso acarreaba maldición a la familia y a toda la aldea, y esta es según ellos la única forma de redimir tal maldición, la misionera y el responsable de Remar en aquella ciudad con la ayuda del doctor lucharon contra viento y marea con la gendarmería de la ciudad, el ministerio de la acción social, y con todo lo que hizo falta hasta que consiguieron la custodia de la niña, más difícil fue convencer a aquella anciana aferrada a su creencia y tradición.