El Ayuntamiento de ALICANTE ha concedido un Premio a la ONG REMAR INTERNACIONAL por su labor con el programa ÁNGELES DE LA NOCHE que desde hace más de 20 años se lleva a cabo en esa ciudad del mediterráneo y en casi todas las ciudades y países en los que opera REMAR. Es tan grande la labor que varios medios de comunicación se han interesado por ella y la han dedicado sus reportajes.
La ASOCIACIÓN PROFESIONALES SOLIDARIOS a través del director de su Delegación en Alicante, Luis Expósito, colaboran activamente con ÁNGELES DE LA NOCHE. Ante este premio concedido por el consistorio Alicantino reproducimos el reportaje del 30 de septiembre de 2012 en LA INFORMACIÓN en el que se explica este maravilloso programa de acción social que salva vida y reparte esperanzas
Los ángeles de la noche
Ayudando a los más pobres. Los viernes por la noche, miembros de la ONG Remar se suben a su furgoneta y recorren las calles de Alicante buscando en bancos, cajeros y chabolas a indigentes, toxicómanos o personas a las que las circunstancias les han dejado sin nada. Además de una bolsa de comida, les ofrecen un lugar para recuperarse y sobre todo les tienden una mano, como alguien hizo en su momento con ellos.
Son las diez de la noche y los miembros de Remar ya tienen cargada la furgoneta con un par de cajas llenas de bolsas con zumos, galletas, bocadillos y fruta que se repartirán entre los indigentes que se encuentren en la calle en las próximas horas. No es mucho, pero es una forma de ayudar y además la entrega de los alimentos sirve para romper el hielo a la hora de acercarse a personas que, en muchos casos, no quieren ver a nadie. Manolo, Federico, Juan Antonio y Luis son hoy «los ángeles de la noche», miembros de la ONG cristiana Remar cuyas siglas significan «Rehabilitación de marginados», uno de cuyos principales objetivos es sacar de la calle a toxicómanos, alcohólicos o mendigos ofreciéndoles un lugar en sus casas de acogida y ayudándoles a superar sus adicciones y a salir adelante. Para ello, todos los viernes por la noche los miembros y voluntarios de la entidad se suben a su furgoneta y recorren las calles de Alicante para echar una mano a los más necesitados.
Federico García sabe bien lo que sienten esas personas que viven en la calle entre cartones o en en el suelo de los vestíbulos de bancos y cajas de ahorros. «Yo llegué a Remar con 21 años, era drogadicto, estaba en la calle y había intentado suicidarme. Era muy infeliz. Llegue aquí y vi que había gente con los mismos problemas y gracias a su ayuda me rehabilité. Ahora tengo 48 años, tengo una mujer y 11 hijos y he decidido dedicar mi vida a ayudar a los demás igual que me ayudaron a mí».