Descubre cómo la alimentación alcalina y la sabiduría del labrador te ayudan a alcanzar el bienestar integral.
En este artículo de la sección Recetas para el Alma, exploraremos dos temas esenciales para el bienestar: la salud física y la espiritual. Abordaremos la importancia de una alimentación sana y alcalina para combatir la acidez y prevenir enfermedades, y reflexionaremos sobre la sabiduría que se adquiere al cultivar la tierra con humildad y paciencia.
RECETAS PARA EL ALMA: Labradores Humildes
Por: Mari Carmen Jiménez
Labradores humildes
Cultivar la tierra sigue siendo prioritario, para alimentar al ser humano en este planeta, aunque es un trabajo duro, que requiere paciencia, amor y sabiduría.
A lo largo del año, el labrador enfrenta dificultades y adversidades de todo tipo, peleando contra vientos, lluvias, nieves, granizos, o calores sofocantes, espera la cosecha con una gran dosis de fe y humildad pues, una vez sembrada la semilla, no depende de él la abundancia del fruto. Al enfrentar todos estos obstáculos, recibe a cambio lecciones prácticas diarias, con las que puede adquirir sabiduría, pues le recuerdan lo pequeñito que es en realidad el ser humano y su necesidad de obtener respuestas para los problemas fundamentales de la vida.
Pablo escribió, en su carta a los Romanos: “La tribulación produce paciencia” y en su 2ª carta a los Corintios: “Porque esta leve tribulación momentánea, produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria”. Enfrentar las dificultades con la sabiduría de la humildad, nos lleva a reconocer a Dios, a pedir su socorro, a aferrarnos a la roca sólida que es El Salvador, para poner a nuestro alcance la Gracia Divina y su ayuda oportuna, que es el Poder transformador de nuestra debilidad en Fortaleza.

Perro viejo no ladra en vano
No todo lo grande es bueno, pero todo lo bueno es grande.
Conclusión
En este artículo, hemos explorado la importancia de una alimentación sana y la sabiduría que se adquiere al cultivar la tierra con humildad y paciencia. Dios nos ha dado todo debemos ser buenos mayordomos de lo que Él nos da, para que podamos alcanzar un estado de bienestar integral y vivir una vida más plena.
“Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.” Santiago 5:7