Creemos que tener hijos es un regalo de Dios, porque ser madre es una escuela del cielo en la tierra, en donde aprendemos a dar sin esperar nada a cambio, a amar desinteresadamente y a servir incondicionalmente.

Ser madre es cuidar, proteger, amar, enseñar, corregir, buscando a Dios en oración y humildad para poder dar lo mejor de sí misma.






En cada lugar donde REMAR actúa, hay madres biológicas, madres espirituales y madres voluntarias, quienes ejercen esa labor con niños, niñas y jóvenes, que llegan a los hogares de acogida con vidas quebrantadas, madres que cuidan de estos niños como si fueran los suyos, brindándoles amor y cuidado las veinticuatro horas del día.

A través de la nueva vida en Dios y de la ONG REMAR, muchas mujeres y madres han recibido una nueva identidad como siervas del Señor, mujeres valoradas, apreciadas y restauradas, para ser instrumentos de amor y ayuda para todos los hijos espirituales que Dios a lo largo de los años va poniendo en su camino.






La ONG REMAR durante cuatro décadas ha sido una herramienta que Dios ha usado para que miles de niños y jóvenes huérfanos y abandonados puedan conocer y experimentar lo que es el amor de una madre, una vida en familia y enfrentar un futuro con esperanza.

Desde la ONG REMAR en la celebración del Día de las Madres, agradecemos a Dios por todas aquellas mujeres que tienen un corazón de madre y lo demuestran con sus frutos, madres misioneras, madres voluntarias, madres de corazón que llenan vidas, alegran hogares y llenan espacios con amor y servicio.

“He aquí, herencia de parte del Señor son los hijos; recompensa de Dios, el fruto del vientre.” Salmo 127:3

¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES!