La vida es un regalo,en este artículo Mari Carmen Jiménez nos habla sobre la importancia de cuidar nuestra salud física y espiritual. Descubre cómo la respiración consciente y el cuidado de nuestro cuerpo son esenciales para vivir plenamente y valorar el don de la vida.
En este artículo Mari Carmen Jiménez nos invita a reflexionar sobre la vida como el gran regalo que hemos recibido. Nos recuerda la importancia de la salud y, en particular, de la respiración consciente, como un acto que no solo oxigena nuestro cuerpo, sino que también influye en nuestro bienestar emocional y espiritual.
Por la vida
Por Mari Carmen Jiménez
La vida, es el gran regalo que hemos recibido, por el que debemos estar muy agradecidos, valorarlo y cuidarlo.
La salud es un elemento importante a tener en cuenta con respecto a la vida , pues descuidarla, resta años a los que tenemos concedidos, también impide en gran o pequeña manera, que cumplamos el propósito para el cual hemos recibido este precioso don.
La OMS dice que: “El concepto de salud abarca actualmente el bienestar completo de los individuos”
El aire es lo primero y más importante para el ser humano, desde el primer momento en el que nace, su primera inspiración le abre el camino. La persona promedio toma aproximadamente 20. 000 respiraciones al día y respirar tiene una gran poder sobre la salud, pues suministra al cuerpo oxígeno y elimina el exceso de dióxido de carbono CO2.
La forma en que se respira manda mensajes a todo el cuerpo, si estamos estresados, cansados, relajados etc, el problema es que respiramos de forma involuntaria y no aprovechamos todo lo que la respiración voluntaria puede aportar.
Respirar profundamente de forma consciente, llenando los pulmones al máximo, reteniendo unos segundos el oxígeno y exhalándolo lentamente, unas 7 veces seguidas, nos puede traer grandes beneficios, el primero, relajarnos, en momentos de tensión, o como una disciplina diaria para oxigenar nuestro cuerpo, pues depende en gran manera, nuestra calidad de vida, del oxígeno que tomamos.
La definición de salud de la OMS queda incompleta al no reflejar el área espiritual pues somos cuerpo, alma y espíritu y por lo tanto la salud verdadera no se puede conseguir si el espíritu no está sano, pues enfermará el alma y el cuerpo.
En el libro de Génesis se nos dice que Dios sopló el aliento de vida al hombre, y entonces, éste, se convirtió en un ser viviente.
Jesús dijo que Él es la vida.
Podemos ver claramente que cuando Jesús dice:”Yo soy el camino, la verdad y la vida,” se está refiriendo a que Él es la palabra hecha carne, y que tiene el poder de darnos vida eterna. Esa Palabra Santa que viene de Dios, y nos enseña cómo vivir en este mundo.
Su palabra es verdad, revela a Dios y su buena voluntad para el hombre, y Él es verdad absoluta, y no cambia. Si vivimos conforme a la Palabra de Dios, no estamos bajo la oscuridad del engaño, podemos escoger lo bueno en plena libertad. Respirar su aliento nos permite conocerle, y recibir la Vida abundante y gratuita.
Juan 11:25 Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la VIDA; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Juan 17:3 “Y esta es la VIDA eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
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