En este artículo, Mari Carmen Jiménez reflexiona sobre el refrán ‘Casa de dos puertas, mala es de guardar’, aplicándolo a nuestra vida espiritual y resaltando la enseñanza de Jesús sobre la importancia de escoger el camino correcto que conduce a la salvación y la vida eterna.
A lo largo de la historia, los refranes han sido una forma popular de transmitir sabiduría de generación en generación, encapsulando profundas verdades en pocas palabras. Uno de estos refranes es “Casa de dos puertas, mala es de guardar”, el cual no solo refleja la importancia de la seguridad en lo físico, sino también nos invita a reflexionar sobre nuestra vida espiritual. En este artículo, escrito por Mari Carmén Jiménez, se explora cómo este refrán puede ayudarnos a entender la necesidad de definir el camino que queremos tomar en nuestra vida, recordando las palabras de Jesús sobre la puerta estrecha que lleva a la vida.
Refranes y verdades: Casa de dos puertas, mala es de guardar
Por: Mari Carmen Jiménez
Este refrán dio la idea a Calderón de la Barca para una obra cómica de teatro, en el que los enredos y situaciones cómicas, producidas por las salidas y entradas a través de las dos puertas a la vez,ocasionaban multitud de malos entendidos con la intriga y los gags cómicos propios de las comedia de la edad de oro del teatro español.
Pero si salimos del mundo de la ficción teatral y nos enfocamos en la realidad, hoy, hay una gran necesidad de velar o vigilar nuestra casa por el aumento de la violencia y la rapiña siendo más seguro concentrar las medidas de seguridad y evitar puertas abiertas a los ladrones.
De la misma manera en lo espiritual, dos puertas en el alma, implican tener que definir cuál de los dos caminos debemos tomar, y muchas veces manifestar una especie de esquizofrenia espiritual al vivir la imposibilidad de salir o entrar por dos puertas a la vez o andar en dos caminos diferentes.
Jesús dijo de sí mismo que era la puerta, no hay muchas puertas , Él es el caminoa la vida, la luz de la vida, entrar por su puerta es salvación y vida eterna.
Juan 10:9 dice “Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.”
Llegará un día en el que la puerta será cerrada y no habrá más opción de salvación, así lo podemos leer en Lucas 13:25 “Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán. Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois.
Mateo 7:13-14 dice “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la
hallan.”
Puerta estrecha , angosta y difícil Jesús dijo que son pocos los que la haya, pero conduce a la vida.
Hay Puertas que se abren a caminos de muerte.
Juan 10:1 dice “De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.”
Entrar por la divina puerta es seguridad de vida eterna, confianza en el que todo lo puede y todo lo ha dado por amor a nosotros, es mirar al que venció a la muerte y volverá a venir victorioso sobre todos los enemigos .
El libro de Apocalipsis 3_7-8 “ nos habla de puerta abierta para la victoria: Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra
y ninguno abre: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.”
Y un poco más adelante en el mismo capítulo 3 nos dice: “He aquí, 20 yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.”
Como casi todos los refranes, éste: “Casa de dos puertas, mala es de guardar”, refleja una gran sabiduría, medita en ella, que esta advertencia te sirva y pongas remedio a la posibilidad de que el ladrón entre, antes de que el tiempo empeore, GUARDA TU CASA.
El refrán “Casa de dos puertas, mala es de guardar” nos recuerda que no podemos vivir divididos entre dos caminos. Jesús nos llama a entrar por su puerta, la única que ofrece salvación y vida eterna. Así como debemos proteger nuestro hogar físico, también debemos cuidar nuestra vida espiritual, cerrando las puertas al ladrón que busca destruir. La puerta de la salvación sigue abierta, pero no por siempre. Tomemos la decisión de caminar por el camino angosto que nos conduce a la vida verdadera y a la victoria eterna.
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