Desde el comienzo de la pandemia la situación en Brasil ha sido muy complicada, pero en Remar no hemos dejado de ayudar.
Nuestras puertas están de continuo abiertas para atender a los necesitados y Dios nos ha dado la provisión para seguir compartiendo alimentos y artículos de primera necesidad. Hemos visto y comprobado cómo la provisión no nos ha faltado. Dios ha sido bueno y fiel, y en nuestros corazones continua el deseo de seguir ayudando a las familias más necesitadas.