Seguramente todos los seres humanos en este mundo desean vivir en paz, pero no todos lo consiguen, por diferentes razones. ¿Qué es la paz? Se puede definir como “tranquilidad, armonía o seguridad”. Dependiendo de la situación, puede significar “bienestar”. Hay diferentes tipos de paz, entre ellos, la paz interior, la paz con Dios y la paz con los demás.

Cada 30 de enero se celebra el Día Escolar de la Paz y la No Violencia, con la finalidad de fomentar en las instituciones educativas valores y acciones orientadas a promover la no violencia y la paz. Con ello se pretende fomentar la tolerancia, el entendimiento y el respeto mutuo entre personas de distinta procedencia y modos de pensamiento.

En Remar Internacional y en las escuelas y colegios que Remar dirige para beneficio de miles de niños procedentes de familias en situación vulnerable, también se fomentan valores tales como el respeto, la tolerancia, justicia, responsabilidad y honestidad, y se anima a los niños y adolescentes a vivir en paz, y a resolver los conflictos de forma pacífica y no a través de la violencia.



En este día recordamos las palabras de Jesús, el buen maestro, quien tal y como cuenta el evangelio de Mateo, al ver a la multitud dijo en el sermón del monte, ¨Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios¨. Estamos llamados a ser pacificadores, en un mundo lleno de violencia.

Remar realiza acciones y proyectos sociales que promueven la paz. Muchos de los jóvenes y adultos que han sido rehabilitados en los diferentes hogares de acogida de Remar Internacional, y reinsertados posteriormente en la sociedad, han transformado sus vidas, pasando de una vida de violencia y delincuencia, a una vida de paz.

En este Día Escolar de la Paz y la No Violencia, también queremos participar, y fomentar en los niños una vida en paz, sin violencia y sin temores, con valores como la tolerancia, el respeto a Dios y a los demás.

Juan 14:27

27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo