Después del terremoto del 6 de febrero, en la provincia turca de Hatay reinaba el caos y la desolación.

Los voluntarios de Remar SOS llegaron unos pocos días después para proporcionar alivio y restaurar la esperanza.

Desde el momento de llegada nuestro equipo de voluntarios trabajó incansablemente para distribuir ayuda humanitaria a los necesitados, mientras también estableció refugio temporal para las familias que lo perdieron todo.






El trabajo que se ha realizado ha sido variado en función de las necesidades de la población, desde repartir alimentos  y otros productos de primera necesidad, hasta montar tiendas de campaña. Nuestro objetivo ayudar a las familias a recobrar la normalidad, atender las emergencias médicas, y cubrir las necesidades básicas.

Después de dos meses de trabajar en Turquía, vemos que el esfuerzo no es en vano, y que nuestro trabajo diario en la base y sobre el terreno, ha tenido un impacto positivo en la comunidad afectada.

Siempre agradecidos por poder ser útiles y de bendición para los más vulnerables.