Explorando el desgarrador relato de una niña abandonada y las estadísticas preocupantes del trabajo infantil en Bolivia
El TRISTE RETORNO DE RUTH


«Para que triunfe el mal, solo es necesario que los buenos no hagan nada» Edmun Burke
Era un sábado y de manera intempestiva una noticia paralizó el transcurrir cotidiano de las actividades de REMAR de la ciudad de Santa Cruz. Una niña fue dejada en la puerta de la casa hogar para niñas víctimas de abuso sexual, al preguntársele su nombre no dijo ninguna palabra estaba totalmente asustada, la educadora introdujo su mano en el bolsillo y encontró una carta de la madre de la niña. La carta estaba escrita con premura y la encabezaba una frase dolorosa: Hermana Mery: Le regalo a Ruth, yo ya no la puedo tener, mi madre me ha echado de la casa porque me cela con su actual marido…
La madre de Ruth desde los 9 años fue abusada por su padrastro y a los 13 años salió embarazada de la niña que impotente dejaba en la puerta del hogar. A los 13 años fue traída al hogar por las autoridades judiciales. Esta madre adolescente dio a luz a su hija en el hogar de REMAR, donde permaneció por espacio de casi 4 años.
A los 18 años, influenciada por un joven que le prometió darle un hogar y una familia, abandonó la casa y no supimos más de ella por espacio de 3 años. En la carta rememora esa decisión con las siguientes palabras :
Me arrepiento de haber salido de REMAR, perdóneme por no haberme portado bien…
¿Qué futuro le puede esperar a una joven que no tiene una familia estructurada, que fue rescatada de la extrema pobreza en la sociedad en la que le tocó nacer? Por lo menos bajo la cobertura de REMAR podría aspirar a un futuro mejor para ella y su hija .
REMAR hace de familia sustituta a miles de niños y adolescentes de América Latina donde existe un panorama incierto para las familias en pobreza. El trabajo infantil peligroso pone en riesgo su salud, su integridad y su formación y los expone al maltrato físico, psicológico o moral, que puede ocasionarles daños para el resto de sus vidas.
La carta en el bolsillo de Ruth terminaba así: Ruth necesita alimentación, ropa, zapatos, educación y yo no puedo darle eso, espero que mi hija me perdone, se que en REMAR estará bien.
La historia de Ruth no es un caso aislado. En Bolivia, miles de niños y niñas viven en un contexto de pobreza y violencia que los expone a situaciones de extrema vulnerabilidad.

Las estadísticas son alarmantes:
- 830.000 niños, niñas y adolescentes trabajan en Bolivia, lo que representa el 35% de la población entre 10 y 14 años.
- Más del 85% de estos niños se encuentran en las peores formas de trabajo infantil, poniendo en riesgo su salud, integridad y formación.
- El 34% de las niñas y 23% de los niños en Bolivia fueron sexualmente agredidos antes de cumplir los 18 años.
- En el 2021, el 60.3% de los niños de 6 a 11 años, el 44.4% entre 1.5 y 5 años, y el 59.3% de los adolescentes sufrieron maltrato físico de sus cuidadores.
El trabajo infantil pone en riesgo su salud, su integridad y su formación y los expone al maltrato físico, psicológico o moral, que puede ocasionarles daños para el resto de sus vidas.
Un futuro mejor para Ruth y miles de niños
La historia de Ruth nos conmueve y nos invita a actuar. No podemos permitir que el ciclo de dolor y vulnerabilidad se repita en las vidas de tantos niños y niñas en Bolivia.
REMAR lleva más de 30 años trabajando incansablemente para brindar un futuro mejor a los niños y niñas más desfavorecidos de Bolivia. A través de sus hogares de acogida, comedores sociales, programas de formación y atención médica, REMAR ofrece un espacio seguro y lleno de oportunidades para aquellos que han sido olvidados por la sociedad.


En REMAR, creemos que cada niño merece:
- Un hogar lleno de amor y protección
- Acceso a una educación de calidad
- Oportunidades para desarrollar sus talentos y habilidades
- Un futuro libre de violencia y maltrato
Tú también puedes ser parte del cambio. Con tu apoyo, podemos seguir transformando las vidas de miles de niños como Ruth.
Juntos podemos construir un futuro más brillante para los niños de Bolivia.
Únete a REMAR y sé parte de la esperanza.