REMAR tiene en el programa solidario Ángeles de la Noche una de sus señas de identidad. En la práctica totalidad de los países en los que trabaja los voluntarios toman cómo una obligación moral y espiritual salir a las calles a socorrer a miles de personas que, a la vista de la sociedad, parecen no existir y de los que Dios no se olvida.