Día del voluntariado.

Desear voluntariamente hacer algo bueno en favor de otros, es una de las decisiones que debemos tomar cotidiana y abundantemente, pues la vida está llena de gestos de generosidad, sin ellos no existiría como tal y desde luego no valdría la pena de ser vivida.

Los tiempos, hoy, han hecho desaparecer las fronteras y distancias, pues, podemos conocer y ver en persona, a otros seres humanos, aún en los confines de la tierra, por lo que no debemos conformarnos con ser generosos con nuestro tiempo y ayuda, a nuestro vecino, familiar, o amigo, y sin dejar de hacer esto, tenemos que extender nuestras manos, llegar más lejos, pues la necesidad es cada vez mayor. Tal vez no puedas ir personalmente a trabajar con tus propias manos y talentos, pero si debes colaborar para que otros vayan a hacerlo.

Este mundo puede ser cambiado por gente trasmisora del Amor, la fuerza más poderosa del universo, así, haremos felices a muchos y Dios nos compartirá su gozo. 
Deuteronomio 15, 5-10