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Medicos Voluntarios

Medicos Voluntarios

Nuestro mundo est谩 muy desequilibrado.

En Burkina, nos hemos planteado varios objetivos: traer unos ni帽os a operar a Espa帽a y que se recuperen perfectamente; segundo, crear una base de atenci贸n medica mas o menos permanente en la Clinica EL SHADDAI, y un grupo de educadores sociales que trabajen con los ni帽os de Remar Burkina de forma peri贸dica; tercero conseguir financiaci贸n para estos futuros proyecto.

Amor en acci贸n significa hacer algo por los dem谩s con generosidad, ilusi贸n, compromiso y, lo m谩s importante, sin esperar nada a cambio, al menos nada material, porque la mirada, la sonrisa y la expresi贸n facial de quienes tienen la fortuna de ser receptoras de ese amor, venga de donde venga, es suficiente gratificaci贸n como para seguir adelante sin titubeos y con el paso firme de quien piensa que la felicidad de uno empieza a partir de la felicidad del otro.

Conocer y trabajar con los misioneros de Remar Burkina Faso聽 ha sido una de las cosas mas inspiradoras de nuestra vida. Realmente hace falta que vayan personas voluntariosas y amorosas a cooperar y ayudar para paliar las dificultades de los m谩s d茅biles.

La riqueza de nuestro mundo, est谩 muy mal repartida , mientras unos tienen todo, otros ni siquiera pueden comer, ni curarse de sus enfermedades.

Cuatro m茅dicos catalanes, visitan Burkina Faso y van por los poblados del interior con el autob煤s hospital para hacer curas y atender las muchas necesidades. Veamos lo que ellos mismos nos cuentan de su experiencia.

Burkina Faso, Voluntariado-m茅dico.

Con el autob煤s-hospital enviado por la empresa espa帽ola FOTICOS, fletado hasta Burkina por REMAR y con donaciones de medicamentos de UNICEF, los misioneros de REMAR se adentran en el interior del pa铆s, a los poblados en los que no existe ning煤n tipo de ayuda sanitaria, y en los que hasta la falta de agua y recursos es grande, para hacer curas y administrar antibi贸ticos, antipal煤dicos, y un largo etc. con que ayudar a miles de personas.

El 2潞 d铆a de la primera campa帽a, cuando volvieron al poblado, hab铆a 2.000 personas esper谩ndoles, viendo una vez m谩s la gran necesidad en la que se encuentran.

Bajo un gran 谩rbol africano, a veces la temperatura llega a 40潞, se hace la primera selecci贸n de los enfermos y se les reparten alimentos como complemento. El d铆a es duro, pero nada les satisface tanto como llevar alivio a estos hombres y mujeres, ni帽os y ancianos.

El d铆a 20 de Mayo de 2005 a las 5 horas de la ma帽ana salimos con el cami贸n hospital de la ciudad de Ouaga a una aldea a 60 km de distancia, con el objetivo de curar a las personas y evangelizarlas a la vez. Como era la primera vez que hac铆amos este trabajo no sab铆amos lo que pasar铆a. Como siempre oramos, y pusimos todo en las manos de Dios para que su Esp铆ritu nos pudiera guiar. Una semana antes, a la hora de partir, el disco de embrague del cami贸n se estrope贸, lo que nos retras贸 una semana. Despu茅s de arreglar el cami贸n, partimos. Cuando llegamos nos dimos cuenta que nadie nos esperaba y que las personas no hab铆an sido informadas, todo se nos ven铆a en contra para desanimarnos, para hacernos volver atr谩s, pero cre铆mos que era Dios quien nos enviaba y est谩bamos ah铆 para hacer una obra importante y ten铆amos que continuar. Encendimos los generadores, pusimos m煤sica y en treinta minutos hab铆a m谩s de 500 personas alrededor del autob煤s, ah铆 comenzamos a convencernos de la importancia de estar all铆.

El Dr. Outara empez贸 a preparar los medicamentos para el tratamiento, y yo, con la ayuda de otro pastor que hablaba el dialecto Moore, empezamos a explicar a las personas porqu茅 est谩bamos all铆 y a partir de ese momento comenzamos a ver el fluir de las vidas de las personas, claramente sentimos y vimos el ministerio de Jes煤s a trav茅s de esta labor porque, no era s贸lo hablar del Amor de Dios, era tambi茅n practicarlo ayudando a sanar sus enfermedades gratuitamente. El s谩bado d铆a 21 de Mayo, cuando llegamos al mismo lugar hab铆a m谩s de 2.000 personas esper谩ndonos, que hab铆an venido de las aldeas de alrededor. Era verdaderamente una gran multitud que ten铆a necesidad de ser sanada f铆sica y espiritualmente.

Cuando aparcamos eran como hormigas alrededor nuestro. Preparamos los medicamentos, utiliz谩bamos mucha penicilina para enfermedades de la piel y otras m谩s. Antes de entrar empec茅 a hablar con varios tipos de enfermos: mujeres, ni帽os, hombres y ancianos; sus rostros transbordaban la tristeza y la necesidad que ten铆an de amor y compasi贸n, en ese momento sent铆 c贸mo Dios me llenaba de fuerza y amor y empec茅 a trabajar a cien por ciento. Todos entendieron porqu茅 est谩bamos all铆, a partir de ese momento observaba que las personas que entraban en el autob煤s, cargadas por las enfermedades y miserias de esta vida, despu茅s de recibir la Palabra de Dios, sal铆an con un brillo en sus rostros.

Un rostro completamente apagado, cargado por la amargura de la vida se transformaba en una cara radiante. O铆mos el testimonio de muchos, diciendo que era verdaderamente el amor de Jesucristo. Estando nosotros debajo de un gran 谩rbol en una aldea llamada Sabda, con 38 grados de calor, pudimos tambi茅n sentir el calor de Dios en nuestras vidas, y tambi茅n en la vida de muchas personas que recibieron una semilla que a su tiempo, har谩 brotar la persona de Jes煤s, tambi茅n nosotros los que 铆bamos en ese cami贸n, recibimos de Dios.

Para m谩s informaci贸n:

info@remar.org