Descubre cómo el voluntariado va más allá de una acción social y se convierte en una expresión del amor de Dios a través del servicio desinteresado al prójimo.

El Voluntariado: Una Tarea que Inspira… o que Supera

Ser voluntario es una labor que inspira a muchos… pero también intimida a otros. Hay quienes se sienten llamados a ayudar, pero no saben por dónde empezar o sienten que no están preparados. Sin embargo, el voluntariado no exige perfección, sino disposición. Más que una tarea heroica, ser voluntario es un acto cotidiano de amor, entrega y sensibilidad, que refleja profundamente el corazón de Dios.

¿Qué Significa Ser Voluntario?

Ser voluntario es ofrecer lo más valioso que tenemos: nuestro tiempo, nuestras habilidades y nuestro corazón. Es dar sin esperar recompensa, es ponerse en los zapatos del otro, es extender la mano cuando nadie más lo hace. No se trata solo de cubrir una necesidad puntual, sino de sembrar esperanza, fe y amor en vidas rotas o necesitadas.

Algunos requisitos esenciales para ser voluntario:

  • Empatía: Saber ponerse en el lugar del otro.
  • Compromiso: Ser constante en el servicio.
  • Humildad: Saber que se va a aprender y no a imponer.
  • Amor: Por las personas y por el lugar donde se hace el voluntariado.
  • Espíritu de servicio: Estar dispuesto a ayudar en lo que haga falta.

Cualquiera puede ser voluntario si tiene la disposición correcta del corazón.

El Voluntariado: Un Acto que Refleja el Corazón de Dios

La Biblia nos enseña que el amor se manifiesta con hechos y no solo con palabras. En 1 Juan 3:18 leemos: “Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.” Este es el espíritu del voluntariado cristiano: servir con hechos concretos, con manos que sanan, con palabras que animan, con tiempo que se entrega.

Cuando un voluntario ayuda a alguien sin esperar nada a cambio, refleja el carácter de Dios, quien nos amó primero, sin condiciones. Cada acto de servicio, por pequeño que parezca, es una muestra del amor incondicional del Señor.

REMAR: Voluntarios que Sirven por Amor a Dios

En REMAR, como ONG cristiana con más de 40 años de trabajo en el mundo, vivimos esta visión del voluntariado como un llamado de Dios. Cada voluntario que forma parte de esta gran familia lo hace movido por amor: amor al prójimo, sí, pero principalmente, amor a Dios.

Porque es Dios quien impulsa nuestras acciones, es Su compasión la que arde en nuestros corazones, es Su Espíritu el que nos mueve a actuar con misericordia. Desde los hogares de acogida, los centros de rehabilitación, los comedores sociales o los proyectos internacionales, los voluntarios de REMAR sirven con alegría, con fe, con entrega total.

¿Tienes un Corazón de Siervo?

Si ya sirves en tu iglesia, en tu comunidad o tienes el deseo de ayudar, quizás este sea el tiempo de salir de tu zona de confort y llevar ese amor más allá: a las calles, a otros países, a lugares donde pocos quieren ir, pero muchos necesitan consuelo, alimento, cuidado y salvación.

Da el Paso y Sirve con Todo tu Corazón

Convertirte en voluntario no es solo una oportunidad para ayudar a otros, sino una manera poderosa de reflejar el amor de Dios con tus manos, tus palabras y tu tiempo. Si sientes ese llamado en tu corazón, REMAR te abre las puertas para que formes parte de un ejército de hombres y mujeres que sirven a Cristo amando al prójimo.

¿Quieres unirte al voluntariado de REMAR?

Escríbenos y descubre dónde puedes servir en tu ciudad o en otro país donde REMAR está presente. Tu vida puede ser el canal por el cual otros conozcan el amor de Dios.